Navarra es una tierra diversa y de contrastes, una tierra industrial, pero también una tierra renovable, una tierra de innovación, emprendedora, de arraigo.
Tenemos un PIB industrial del 31%, casi el doble de la media europea. Se trata de un sector arraigado, sin embargo, muchos de estos empresarios fueron emprendedores y se siguen siento así a día de hoy. Esto demuestra que las startups han hecho que Navarra tenga este nivel de desarrollo y calidad de vida, uno de los más altos a nivel europeo.
Quien se lanza a emprender en Navarra lo hace desde la oportunidad, porque ha detectado un gap en el mercado o una solución que puede aportar. Prueba de ello son los datos del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) que muestran una media de edad emprendedora por encima de la media, en torno a 41 años. Sin embargo, nuestras iniciativas emprendedoras consolidadas, es decir, aquellas que superan los 42 meses de vida, representan el 8,1% frente al 7,3% europeo.
En el Centro Europeo de Empresas e Innovación de Navarra (CEIN), sociedad pública que depende del Gobierno de Navarra, nos encargamos de que cualquier persona que tenga una mínima inquietud emprendedora pueda desarrollar su idea de negocio. Lo hacemos con programas especializados en las prioridades temáticas que establece la Estrategia de Especialización Inteligente de Navarra (S4) como son el sector de la salud, la agroalimentación, la digitalización y la sostenibilidad. Todo ello sin olvidarnos de ese otro emprendimiento que está más basado en el autoempleo y que es tan importante para nuestra sociedad.
A esto hay que sumar otros programas que realizamos para potenciar sectores clave como el emprendimiento femenino, el universitario, la formación de CEOs o la innovación abierta. Esta última realizada a través de un novedoso programa basado en una estrecha colaboración entre las corporates navarras y nuestras startups.
Este no es el único caso de colaboración público-privada que trabajamos desde CEIN. Uno de los casos de más éxito es Impulso emprendedor, donde empresas consolidadas mentorizan a startups para que lleven sus productos a mercado. En sus doce ediciones, ha habido un total de 84 participantes que representan una tasa de supervivencia del 73,8%.
Además, desde CEIN trabajamos para ofrecer un programa de valorización científico-tecnológica que ofrece un diagnóstico sobre la oportunidad de mercado de desarrollos de estas áreas. Todo en colaboración con un sistema navarro de innovación que está al servicio de las empresas y tres universidades muy ligadas al ámbito industrial. Con ellas, trabajamos el emprendimiento joven a través de acciones como los premios Iniciate, que en sus 10 ediciones han ayudado a la creación de 14 empresas.
Y lo hacemos mirando al futuro. Por eso, Navarra está desarrollando su cuarto plan de emprendimiento. Una hoja de ruta creada teniendo en cuenta a todos los agentes implicados y que tendrá un carácter mucho más flexible, adaptable a los cambios que estén por llegar.
Y, por supuesto, con el apoyo del Gobierno de Navarra, que ofrece ayudas y deducciones fiscales para nuestras startups. Además, está trabajando en una nueva Ley de Industria que ya está en fase previa de aprobación y fortalecerá nuestro sistema de emprendimiento.
Navarra es, como decía al principio, una región industrial innovadora y queremos que lo siga siendo. Por eso, tenemos que seguir fomentando la creación de startups disruptivas, que sepan ver oportunidades donde otros ven carencias y, sobre todo, que sigan aportando soluciones a los retos que se nos plantean. De esta forma Navarra seguirá estando en la vanguardia de Europa y del mundo.