Cada vez es más recurrente entre las startups plantearse el dilema sobre si es acertado o no establecer la sede de la compañía en Estados Unidos.
Este dilema no tiene una respuesta fácil porque depende de las circunstancias de la compañía, pero es especialmente relevante tomar la decisión lo antes posible, dado que a medida que la compañía se haga más grande, las implicaciones fiscales y los costes serán cada vez mayores.
Las razones más relevantes por las que una compañía toma la decisión de establecer su matriz en EEUU son:
- Facilitar la obtención de inversión por parte de fondos y aceleradoras de prestigio americanas
- Allanar el camino de cara a la consecución de clientes americanos.
Asimismo, existen otras ventajas considerables, como es la mayor agilidad burocrática, tanto en la creación de la compañía como en las posteriores ampliaciones de capital, y otras decisiones societarias que requieren un formalismo mucho menor al que estamos acostumbrados en España (notarías, registros, actas, control de los socios, divulgación de cuentas, etc). Otra ventaja de tener la sede en EEUU es una menor carga fiscal, tanto a nivel de seguridad social como de impuesto de sociedades.
No obstante, dicha decisión conlleva unas cargas que pueden hacer que tener la sede en dicho país carezca de sentido. La principal a destacar es el coste derivado no solo del hecho de establecer la compañía en Delaware (costes de abogados principalmente), sino de mantener una compañía en una jurisdicción lejana que supone un asesoramiento legal, fiscal y de normativa contable americana (US GAAP), así como de contratación de empleados, sede física, etc. Asimismo, el hecho de conseguir permiso de residencia y las implicaciones fiscales a nivel individual por ser residente en EEUU (o en España) no son temas menores.
Pero entonces, ¿cuándo tiene sentido dar este paso? Tras hablar con varios emprendedores que han decidido establecerse en Estados Unidos, mucho de ellos coinciden en que el hecho de tener mayor acceso a financiación no debería ser una razón suficiente, dado que hoy en día el mercado de capitales europeo es abundante y el ecosistema de startups en EEUU es altamente competitivo. Por tanto, la recomendación generalizada es establecer tu sede lo antes posible allí solo en el caso de que tengas la estrategia de atacar a nivel comercial el mercado americano.