"Somos la plataforma más abierta, fácil y transparente para que una empresa y un traductor colaboren directamente"
Su negocio se basa en cobrar una comisión al traductor en el momento de pagarle la traducción que se paga en el mismo día, no en 30 días

Parlam es una empresa tecnológica fundada en 2010 y durante los primeros años estuvo enfocada en el desarrollo de tecnología para la gestión y control de traducciones en empresas con gran volumen de contenidos, idiomas y, proveedores.
"Tras el éxito inicial, aumentó nuestra ambición y nos lanzamos a crear un Marketplace de traductores orientado a satisfacer dos necesidades", cuenta su fundador, Xavier Casals. Y estas son que la pequeña empresa necesita un sitio donde gestionar sus traducciones, y los traductores freelance un escaparate al mundo y con garantía de cobro.
Casals, Ingeniero informático y MBA, tiene una trayectoria de 20 años en el sector tecnológico en todas sus facetas: desarrollo, consultoría, pre-venta, venta y gerencia estratégica. Para él, "formar un equipo cuando el equipo es pequeño te deja muy poco margen de error" y añade que "en una startup es clave acertar en la selección de las personas idóneas, que son aquellas que tienen un conocimiento valioso y son compatibles con la cultura de la organización y con el resto del equipo".
La idea nació cuando el fundador estaba trabajando en consultoría implantando un CMS. Entonces se dio cuenta de que las empresas cada vez tenían más iniciativas y áreas desde los que se crea contenido que debe ser traducido. "Hablamos de webs, intranets, departamentos de comunicación, documentación técnica de producto, marketing, etc", especifica.
Aquí es donde aparece Parlam, la pieza que pone orden, dirige el tráfico, entre el origen de contenidos y las diferentes agencias con los que ese cliente quiera trabajar. Y además gestiona una memoria de traducción única para el cliente, de forma que cada vez que traduce algo, se ahorra dinero al reaprovechar frases traducidas con anterioridad.
Comenzasteis desarrollando un software para la gestión de las traducciones y en 2017 lanzasteis un marketplace entre empresas y traductores freelance, ¿cómo se produjo esta evolución? ¿Qué os llevó a ella?
Uno de nuestros socios que lleva años en California nos dijo que estaba llegando una tendencia para quedarse y es que, gracias a la tecnología, las personas y las empresas cada vez empezaban a confiar más en contactar directamente a la fuente real para que solucionaran sus problemas. Es decir, que la Shared Economy venía para quedarse.
Indagamos y nos dimos cuenta de que un porcentaje enorme de traductores freelance repartidos por el mundo estaban atados a muchas agencias que se comían un margen enorme y ocultaban la reputación de estos freelancers.
Estos traductores no tienen medios para encontrar clientes ni siquiera en su ámbito local. Así que gracias a Parlam tienen un escaparate con su currículum y referencias de sus clientes.
Por otra parte, proveemos a las empresas Pyme una herramienta para la gestión de sus traducciones que normalmente no tienen pero que necesitan. A esto le agregamos que a través del Marketplace acceden a los mejores traductores y trabajan a precios más competitivos.
¿Qué herramienta ofrecéis vosotros a ambas partes? ¿Por qué sois necesarios en el proceso?
El cliente quizá no lo sabe, pero con Parlam accede a un Translation Management System. Es decir, una herramienta que permite que él y sus colegas creen proyectos de traducción, pidan presupuestos, revisiones, y que chateen con sus traductores para solucionar dudas, etc. Innovamos continuamente por ejemplo añadiendo próximamente un glosario, donde cada empresa puede definir cómo deben ser traducidos ciertos términos, y no tener que educar cada vez a tu traductor. Todo esto, por supuesto de forma gratuita.
Y el traductor obtiene lo mismo, pero desde la otra parte. Un punto de encuentro único con sus clientes, y un escaparate donde, ahora sí, puede lucir reputación.
Somos la plataforma más abierta, fácil y transparente para que una empresa y un traductor colaboren directamente.
Indicáis que una de vuestras ventajas es el acceso al talento real, al traductor/a, ¿por qué no se consigue en las agencias? ¿Cómo lo hacéis vosotros posible?
Hay varios ejercicios que podemos hacer para respondernos a estas preguntas.
- Escenario 1. Le pides a tu agencia un traductor del español al francés. ¿Te ofrece tu agencia una lista de candidatos con sus currículos y referencias de otros clientes para evaluar cuál es el mejor? No, te entrega la traducción y en la mayoría de los casos puede que no sepas quién ha hecho el trabajo. En Parlam el cliente elige el traductor viendo su perfil.
- Escenario 2. Trabajas un nuevo idioma que nunca antes habías trabajado, por ejemplo, el tagalo. Pregunta a tu agencia si puede traducir ese idioma. la respuesta es 'por supuesto' aunque no sea cierto, ya que no van a permitir que ese cliente se escape y por ello se van a ProZ u otra comunidad de traductores a buscar un candidato al que subcontratar. En Parlam lo elige el cliente viendo el perfil del traductor.
- Escenario 3. ¿Sabes qué margen está cargando la agencia de traducción para mantener sus costes de estructura? ¿Y son gastos razonables? En Parlam le pides el presupuesto directamente a tu traductor. Nosotros cargaremos un pequeño coste de gestión al traductor porque le hemos conseguido un cliente al que no tendría acceso de otra manera. Cobramos por aportar valor.
¿Cómo son vuestras tarifas? ¿Cómo las reducís con respecto a otros métodos?
Un cliente trabaja de forma gratuita en Parlam. Vas ahora mismo y creas tu cuenta. Solo pagarás las traducciones. Nuestro negocio se basa en cobrar una comisión al traductor en el momento de pagarle la traducción (que se paga en el mismo día, no en 30 días, otra ventaja para él.
Basamos nuestra comisión en el valor que aportamos. Primero estamos cobrándole un 10% del servicio y luego bajamos esa comisión al 5% cuando la facturación con ese mismo cliente ha pasado de cierta cantidad. Esto es debido a que ofrecemos valor en dos aspectos:
- En darse a conocer un cliente y un traductor en nuestro Marketplace. Hemos tenido costes para la adquisición de cliente y tenemos que recuperar esa inversión. Entendemos que una vez contactados, ya no estamos aportando valor en ese aspecto.
- Ofrecemos una plataforma en la nube donde trabajan las dos partes. Ese valor se ofrece cada día, y tiene un coste de desarrollo y mantenimiento.
Los traductores, por su parte, reciben el pago de forma segura e inmediata, ¿cómo garantizáis estas premisas?
Tenemos un servicio de Escrow (o arbitraje). Esto significa que un cliente hace un depósito en el momento de aceptar un presupuesto. El traductor no puede siquiera entregar la traducción si el cliente no ha asegurado el pago. En el momento que el cliente acepta la traducción, es decir, la da por buena, se realiza el pago al cliente. Nuestro sistema de pagos (Stripe) mueve el dinero a su banco 1 vez al día.
¿Cómo ha sido la acogida de Parlam entre traductores y clientes? ¿Con cuántos contáis, de ambos, hasta el momento?
Entre los traductores está siendo muy fácil, pues no sacrifican nada. Para ellos todo son ventajas. Pueden seguir con su actividad diaria, pero saben que tienen un escaparate en Parlam y que en cualquier momento un cliente nuevo puede aparecer. Tenemos unos 900 traductores y la mayoría ya tiene su perfil publicado.
En cuanto a los clientes, es cuestión de dar a conocer que esta plataforma existe y que hay una nueva forma de comprar traducciones. Uber o Airbnb han familiarizado la idea de establecer contacto directo entre oferta y demanda, y este concepto se está desplegando en muchos otros mercados. Quien lo prueba, repite, y el boca a boca es un potente instrumento de promoción.
¿Cómo fueron vuestros inicios con respecto a la financiación? ¿Cuáles son vuestras recomendaciones?
Al principio, la empresa se sostuvo con una pequeña inversión de los socios y ENISA para emprendedores. En 2015 entró un nuevo socio y su aportación sirvió de palanca para levantar un segundo ENISA. Actualmente la empresa se financia con la venta de licencias del producto Enterprise.
Mi recomendación es presentarte a los inversores cuando tus métricas indiquen que tienes tracción. El capital riesgo es mucho más prudente que años atrás. Ya no se ven héroes levantando un millón con un powerpoint.
¿Qué objetivos os habéis planteado a medio largo plazo?
Hemos asumido que levantar un Marketplace puede tomar entre 1 y 3 años. Es lo que han tardado muchos otros. En un Marketplace tienes que centrarte tanto en atraer demanda como de reunir oferta. Para que se apunten más traductores, debe haber la sensación de que la plataforma está generándoles ingresos y para atraer más clientes deben cerciorarse de que hay un parque rico de traductores ofreciendo sus servicios.
Nuestro objetivo a largo plazo es que toda empresa que necesite una traducción vaya directamente a Parlam.