“En España, las fugas de agua suponen 400M€ en reparaciones para las aseguradoras”
Todas las operaciones de instalación las realizará un técnico de la empresa aseguradora
Sense Water Foil, el sensor de fuga de agua del futuro, nace de Exploded View, una empresa que desafía el status quo haciendo productos sostenibles, fáciles de usar y controlables remotamente.
Lluc Martí Fibla, Ingeniero técnico en diseño industrial, con un máster en motorsport, y un máster en dirección de proyectos y programa financiero, es su fundador. Ha sido consultor de CAD en Seat, desarrollador bigas en fibra de carbono para el estudio de arquitectura de Richards Rogers, tapas de satélites, 'mochilas' de aerogeneradores, chassis de un GT2 o motos eléctricas mientras estaba en EngiCOM, una innovadora ingeniería de Barcelona. Después estuvo como director de operaciones en Respiro Carsharing en su primer año y medio de vida y tres años como Composites Manager en Koenigsegg, empresa de deportivos; de ahí a fundar Plactherm, el primer prodcuto de Exploded View.
"Fundé la sociedad solo. Después de un primer intento de arrancar un proyecto en 2010 en la que la falta de pacto de socios me llevó a regalar mis participaciones, tenía claro que el siguiente proyecto lo arrancaba en solitario", cuenta Lluc, que advierte que hay que "seleccionar muy bien a quién metes en tu equipo". Para él "no vale con contratar grandes profesionales. Tienes que conseguir crear una familia, un grupo muy unido y todos con una visión común. Creo que la actitud es crucial. Así como conseguir que crean en el proyecto tanto como uno mismo".
Sense Water Foil nació a finales de 2016, y, a día de hoy, es uno de los diez finalistas del programa santalucía IMPULSA, una iniciativa de SANTALUCÍA, la aseguradora líder en protección familiar.
¿Por qué es tan importante prevenir las fugas de agua?
Todo aquel que ha vivido de cerca una fuga entenderá muy bien el quebradero de cabeza que supone. Pero eso es solo una parte. Las fugas de agua suponen más de un tercio de todas las incidencias domésticas. Únicamente en España suponen más de 400 millones de euros en reparaciones para las aseguradoras cada año. Y si miramos el número de incidencias, ¡cada día se producen cerca de 3.000!
¿Cuáles son las situaciones habituales en las que se producen?
Hay varias tipologías de con diferentes orígenes. Las más costosas suelen ser las roturas de tuberías debido al paso de los años, fugas en zonas húmedas por falta de mantenimiento o, incluso, despistes o mal uso de las mismas.
¿Qué nivel de concienciación tiene la sociedad con respecto a las mismas?
La verdad es que muy poca; es una cosa que no tenemos en cuenta hasta que nos pasa. Y, llegado el momento, a cruzar los dedos para tener un seguro que lo cubra y que los daños hayan sido los menos posible. Otro punto que ni se nos pasa por la cabeza es el malgasto de agua que supone esta situación.
¿Cuál es su impacto económico y medioambiental?
Como comentábamos antes, el impacto medio de una reparación es de entre 300 y 400€ con más de 400M€ anuales en un país como España. Imaginémonos los millones anuales que pueden comportar a nivel europeo o mundial.
A nivel medioambiental, el impacto más directo y más fácilmente entendible son los millones de litros que se desperdician.
¿Cómo nació la idea de trabajar en este sector en concreto?
Habíamos creado un suelo radiante inteligente, con múltiples sensores y una alta tecnología que, por su puesto, teníamos instalado en nuestra oficina. Pero no sirvió de nada cuando sufrimos una inundación y todo quedó bajo cuatro centímetros de agua. La fuga tuvo lugar por la noche, cuando la oficina estaba sola y, hasta el día siguiente, no nos dimos cuenta de lo sucedido. Si hubiéramos sido capaces de detectar la fuga a tiempo, nos hubiéramos ahorrado la mala experiencia, una semana de caos debido a las reparaciones, y los problemas posteriores de humedad; sin tener en cuenta cerca de los 10.000€ que nos ha cubierto el seguro.
En ese momento y, después de haber sufrido el inconveniente de una fuga en primera persona, tomamos la decisión de crear Sense Water Foil. Para evitar que otras personas sufrieran la mala experiencia que habíamos pasado nosotros.
¿A quién dirigís vuestra solución? ¿Quiénes son los clientes potenciales y cómo llegáis hasta ellos?
Nuestros clientes son las aseguradoras, que, por medio de nuestra tecnología, logran realizar campañas de captación, retención y fidelización, mientras disminuyen considerablemente los altos costes generados por las fugas de agua.
Estamos en una fase de desarrollo trabajando muy de la mano con Santalucía, quienes han visto en SenseWaterFoil una tecnología interesante.
¿Cómo se detectan las fugas a día de hoy? ¿Qué elemento diferencial introducís vosotros?
Los sensores de fugas actuales son dispositivos B2C principalmente, que pueden ser instalados en zonas de posibles fugas. Los dispositivos tienen dos puntitas metálicas que detectan la fuga de agua por variación de la resistividad. Las debilidades son que tienes que tener muy claro dónde va a ir una posible fuga para que un dispositivo con área de detección de dos centímetros detecte la fuga o mucha agua tiene que haber. A su vez, cada dispositivo tiene un precio alto. La propuesta de Sense Water Foil, se basa en un sensor de área con detección de zonas dentro del mismo sensor, en lugar de una única sensorización puntual, flexible, adherible y de poco grosor, permitiendo ser instalado tanto en tuberías como zonas húmedas y vinculado a una electroválvula que cierra la entrada de agua en la vivienda en caso de detección de varias zonas (la fuga se está propagando).
¿Cuáles son los requisitos para la instalación de vuestro dispositivo? ¿Cómo funciona exactamente?
La instalación es muy fácil; se trata de un foil adhesivo que se instala en la zona de riesgo (uno o múltiples dispositivos, hasta 36) y se empareja con el controlador general que puede sincronizarse con la wifi de la vivienda. De no disponer también puede hacerse con un sistema M2M mediante la central de la aseguradora.
Si además de sensorizar se decide instalar un actuador, el técnico instalará una electroválvula justo detrás de la válvula de paso general de la vivienda y la configurará rápidamente con el resto del sistema. Todas las operaciones las realizará un técnico de la empresa aseguradora.
En cuanto al funcionamiento, es también muy sencillo. Cualquiera de los sensores, al detectar una fuga de agua, manda aviso a la central. Dependiendo del tipo de sensor y posición, se manda aviso al propietario de la vivienda y, si la fuga continua unos minutos después, se corta la entrada de agua a la vivienda de manera remoto. En caso de falsa alarma (la aseguradora lo validará telefónicamente con el usuario, como se hace con los sistemas de alarmas antirrobo) se rearma el sistema.
¿De qué modos os relacionáis con grandes empresas e instituciones para fomentar el uso de vuestra solución?
La idea es, en lugar de ir al cliente final, buscar una relación de win-win con empresas de seguros. Mediante nuestro dispositivo ellas pueden bajar el riesgo y los costes de reparaciones, así como ofrecer un mejor servicio a sus asegurados y fidelizarlos. Por nuestro lado, nos permite acceder a muchos usuarios y reparadores con el cierre de un solo contrato.
¿Cómo recibisteis la noticia de que habíais sido elegidos para Santalucía Impulsa?
Fue una gran sorpresa, estábamos en la oficina todo el equipo y fue bonito poder compartir este tipo de buenas noticias todos juntos.
¿Qué esperáis obtener a lo largo de estos meses? ¿Cuáles son vuestras expectativas?
Nuestro objetivo es poder terminar estos meses con un contrato para hacer unas pruebas piloto en casa de clientes; en ellas queremos validar realmente la propuesta de valor y el beneficio económico tanto para la empresa de seguros como para nosotros.
Este proyecto forma parte de explodedview, ¿qué otras iniciativas tenéis en marcha?
La tecnología más avanzada que tenemos es Plactherm. Un sistema que logra erradicar el 54% de las incidencias en las oficinas, las cuales son generadas por cuestiones térmicas. Lo hacemos a través de un suelo radiante inteligente, con el que damos la posibilidad a cada trabajador de controlar a través del smartphone su propia temperatura de confort. A la vez, ahorramos un 30% en la energía en comparativa con los sistemas convencionales. La discusión de no ponernos de acuerdo con la misma temperatura con nuestros compañeros de trabajo se acaba por completo con Plactherm.
Cada baldosa cuenta con un microcontrolador y multipules sensores que permiten que cada baldosa trabaje de manera independiente, calentando los espacios únicamente cuando y donde lo necesitamos, evitando el costoso sobrecalentamiento que genera el calentar espacios sin ocupación.
¿Cómo esperáis evolucionar en 2017?
Finalizando el desarrollo de Sense Water Foil y viéndolo instalado en plantas piloto en donde demostremos las grandes ventajas de la tecnología. Y, por supuesto, con los primeros contratos firmados sobre la mesa.
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